Sentirse amado es lo mínimo: el verdadero amor se construye con actos, no solo palabras

A veces solo nos quedamos con la palabras

Por: Psic. Wendy Arrioja

En una cultura que idealiza el amor romántico, es común escuchar frases como “con que te ame, basta”. Pero la realidad emocional de muchas personas demuestra que eso no siempre es suficiente. Sentirse amado es importante, sí, pero no debería ser lo único que esperemos de una relación. De hecho, sentirse amado es lo mínimo.

El amor saludable va mucho más allá de una emoción o de palabras bonitas. Se expresa y se sostiene a través de acciones concretas y consistentes. Una relación realmente nutritiva incluye elementos fundamentales como:

  • Valoración: Sentirte visto, reconocido y apreciado por quien eres.

  • Respeto: Que tus ideas, límites y emociones sean tenidos en cuenta sin ser minimizados.

  • Prioridad: Que la relación y tú ocupen un lugar significativo, no solo cuando conviene.

  • Deseo: Que haya atracción, conexión física y emocional real.

  • Escucha: Que haya espacio para lo que sientes y piensas, sin interrupciones ni juicios.

  • Comprensión: Que se intente ver el mundo desde tu mirada, incluso cuando no se comparte.

  • Apoyo: Que te acompañen, te impulsen y estén contigo en los procesos importantes.

Cuando uno de estos pilares falta, el amor empieza a sentirse incompleto o incluso doloroso. No se trata de exigir perfección, sino de cultivar una relación donde ambas personas puedan crecer, sentirse seguras y acompañadas emocionalmente.

No te conformes con menos de lo que necesitas

Muchas veces, el miedo a estar solo, las ideas aprendidas sobre el amor o incluso la baja autoestima nos hacen conformarnos con relaciones en las que apenas nos sentimos queridos… pero no realmente valorados. Amar y ser amado no debería doler ni generar dudas constantes.

Mereces mucho más que amor: mereces una relación donde te sientas en casa.

Ejercicio de reflexión

Tómate unos minutos y responde con honestidad a estas preguntas. Puedes escribir tus respuestas en una libreta o en tu celular:

  1. ¿Qué cosas me hacen sentir amado(a) en mi relación actual (o en mi última relación)?

  2. ¿Me siento valorado(a) por quien soy, o solo por lo que hago?

  3. ¿Mis necesidades emocionales están siendo escuchadas y atendidas?

  4. ¿Cuáles de los siete pilares (valorar, respetar, priorizar, desear, escuchar, comprender y apoyar) están presentes? ¿Cuáles no?

  5. ¿Estoy expresando también estos pilares hacia la otra persona?

Este ejercicio no busca juzgar, sino ayudarte a mirar tu realidad con más claridad y compasión. Recuerda: el primer paso hacia una relación sana es reconocer lo que mereces.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuándo y por qué ir a terapia psicológica: Rompiendo mitos y descubriendo beneficios

¿Eres adicto(a) al trabajo o simplemente eres muy responsable?